17/12/2016 | La Prensa

588 días de espera para rozar la gloria - Archivo La Prensa

byktor22@hotmail.com

Luego de 588 días de espera, Bolívar puede dar mañana otra vuelta olímpica en su historia y acabar con la mala racha que le perseguía desde 2015 cuando no pudo ni acercarse a los primeros lugares y en los que tuvo que emplear a varios entrenadores para sacarlo de sus malas posiciones.

Fue la noche del domingo 10 de mayo de 2015 cuando Bolívar celebró por última vez, aquella jornada necesitaba de un triunfo para lograr su corona 20 en la historia de la Liga y lo consiguió con un zapatazo de Damir Miranda (a los 68 minutos) que sirvió para derrotar a San José por 1-0.

Fue el último festejo celeste en una temporada memorable porque Bolívar un año antes Bolívar había llegado a semifinales de la Libertadores y bajo el mando de Xabier Azkargorta se coronaba bicampeón boliviano.

Pero aquel plantel sólido que conformó el vasco se derrumbó semanas después, diferencias entre el director técnico y la directiva del club determinaron un repentino alejamiento del español quien se excuso de decir que se iba de La Paz por temas de salud, poco tiempo después se conoció la verdad de que su alejamiento era por problemas económicos y la falta de palabra de algunos dirigentes lo que les llevó a un juicio.

Pero en el plano deportivo Bolívar pasó de ser bicampeón a ser un equipo sin logros en los siguientes dos torneos. Primero contrató a Eduardo Villegas (por dos temporadas) con las esperanzas de alcanzar el tricampeonato, el entrenador cochabambino no estuvo a la par del reto y su primer fracaso fue la Copa Cine Center donde no logró el título, luego fue la Sudamericana donde fue eliminado en la primera fase por Defensor Sporting de Uruguay, pero su peor pecado es no haber logrado el título del Apertura 2015-16 cuando tenía todo para hacerlo y cayó sorpresivamente en las últimas fechas ante el equipo revelación, Sport Boys, que sería el que logre la corona.

Tras la salida de Villegas, Bolívar se decidió por contratar al argentino Rubén Insúa quien hacía su segunda experiencia en el fútbol boliviano.

Al igual que Villegas, Insúa probó varios equipos, trajo refuerzos que a la hora de la verdad no encajaron con el plantel. La Libertadores fue el examen para Insúa y lo reprobó con una eliminación luego de haber conseguido puntos importantes como visitante.

El alejamiento de Insúa posibilitó un interinato de Óscar Villegas quien buscó la manera de salvar el honor de la Academia en el torneo local donde acabó en el séptimo puesto, a 18 unidades del campeón Wilstermann.

A mediados de este año, la directiva se arriesgo y puso sus ojos en el novel entrenador español Beñat San José. Muchos vaticinaron un tercer fracaso celeste debido a la poca experiencia del ibérico, pero San José demostró ser un profesional en todos los sentidos y no solo unió al grupo, si no que los sacó adelante. En su primer examen avanzó a la segunda fase de la Copa Sudamericana y cayó ante el campeón Atlético Nacional, de Colombia, pero la revancha la tuvo a la vuelta de la esquina y ahora está cerca del título, algo que podría darse mañana si derrota a Blooming y si The Strongest cae ante Oriente Petrolero, en Santa Cruz.

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