22/12/2017 | Pagina Siete

Carlos D Mesa Expresidente de Bolivia

Si uno se hubiese dejado llevar por el arranque, era difícil suponer que Bolívar revalidaría el título nacional de esta versión. Tardó cinco partidos en conseguir su primer triunfo derrotando como visitante a Real Potosí a domicilio.

Cuando parecía imparable e invencible cayó por una inusual goleada frente a Oriente por 5 a 1 en Santa Cruz. Tuvo también la ayuda de una pueril decisión del técnico Mosquera de Wilstermann que alineó un extranjero demás, lo que transformó el empate final en Cochabamba (2-2) en un triunfo celeste.

Pero el equipo de Beñat demostró su gran talla al remontar el mal comienzo con triunfos incuestionables, entre ellos el conseguido frente a su clásico rival. El equipo trabajó sobre la base de un movimiento flexible con dos ejes, Justiniano, medio campista excepcional y Arce, cuyo talento para abrir espacios de ataque es memorable.

Contó con Sirino, Riquelme y el propio Arce para el gol y una defensa liderada por Raldes con Dituro como garantía en los tres palos. Con 44 puntos no alcanzó la brillantez del campeonato anterior, pero jugó las últimas ocho fechas con la tranquilidad de una diferencia prácticamente inalcanzable, al punto de terminar su campaña con tres empates y una inesperada derrota frente a un estragado

Universitario, perdiendo un largo invicto como local. Beñat no se despeinó demasiado, apoyado por Wálter Flores en una tarea de administrar sabiamente sus jugadores y sus resultados. La Academia sigue, desde hace ya un tiempo respetable como el mejor equipo boliviano del momento.

El Subcampeón

Esta vez, y a pesar de su segundo lugar, The Strongest vio el título de lejos y no pensó nunca que estaba a su alcance. Con una campaña irregular perdió bastante de la magia que le había impreso César Farías. Sus héroes se mostraron cansados. La telenovela Chumacero fue agotadora y el liderazgo de Escobar no alcanzó. El DT Daniel, no es su hermano y el apellido Farías no llenó el hueco. A pesar de ello, el Tigre tiene la consistencia para discutir siempre los primeros lugares. En el segundo clásico pudo torcer el destino pero el 0 a 0 con los celestes se lo impidió.

Lo destacable es que la dupla paceña parece imbatible. Si se hace un recuento de los últimos veinte campeonatos en el periodo 2008-2017 nos encontramos con que Bolívar y The Strongest han sido campeones o subcampeones en dieciséis de ellos, una superioridad que debe llamar la atención de los otros grandes del fútbol nacional.

Cargado con la cruz del 0-8 contra River en la Libertadores, el rojo de Cochabamba logró un meritorio tercer puesto que, con los puntos perdidos con justicia en mesa frente a Bolívar lo podría haber llevado a aspirar un título para el que tenía el físico suficiente con o sin Mosquera. Lo que parecía una ruta imparable se quebró, a pesar del goleador indiscutido que fue Álvarez, o el talento de Serginho, o los toques de color de Pedriel y el impulso de Cardozo, o Saucedo para no hablar del incombustible Zenteno, capitán a la vieja usanza de Wilstermann.

San José rindió, adecuadamente, una correcta relación costo-beneficio que le permite un torneo internacional y que lo convirtió en árbitro en varios momentos frente a rivales aparentemente superiores. Un justo cuarto puesto. Blooming por fin parece salir de un pozo complicado. El quinto lugar puede parecer poco, pero su rendimiento mejoró con relación a campeonatos anteriores. Sabor a poco los dos empates con Oriente, pero ya es tiempo de hacerle un homenaje a un histórico como Joselito Vaca y de reconocer a defensores notables como Sagredo y Coimbra (apellido de estirpe).

Oriente Petrolero es el enigma del equipo ciclotímico. Con la misma facilidad le propina una paliza al campeón por 5 a 1, para perder luego con el Tigre 0-5 en La Paz, o de local contra San José por 1 a 2. No era un problema de Villegas o una insuficiencia de Takeo, es una carga que los albiverdes no superan. Jugadores como Quiñónez, Lizio, Alí Meza o Dani Bejarano anuncian una formación que no está para este magro sexto lugar.

Prácticamente igualado con Oriente, pero con aspiraciones menos ambiciosas, los rojos de Montero consolidaron un séptimo lugar en lo que se conoce como media tabla, sin más, pero para alegría de su público Guabirá consigue participar en un torneo internacional después de muchos años.

Petrolero de Yacuiba, cuyo presidente, Florencio Vargas fue uno de los artífices de un envidiable campo de juego en el sur del país, llegó hasta donde podía. La suma acumulada de puntos lo puso en el trance de disputar el indirecto con Universitario, tras una arbitraria decisión de la Liga que, para variar, no respetó un reglamento claro que establece que el único lugar que se define en partido extra es el primero, todos los demás se miden por gol de diferencia… agua de borrajas.

En el noveno lugar, Universitario que, contra todo pronóstico, derrotó al campeón en el último partido del campeonato, el que definía su salvación parcial o su condena. Un año más remando abajo con el objetivo de salvar, lejos de sus jornadas de gloria, las de 2008.

Los cuadros potosinos en la ruta de una crisis que se podía intuir. Real Potosí en el décimo puesto y Nacional Potosí, en el último ¿Puede la Villa Imperial darse el lujo de tener dos equipos en la división superior? La pregunta la responde la Liga a su modo, ahora tendremos 14 equipos en vez de 12. Ya se imagina el público la inmensa emoción y expectativa de encuentros en los que jueguen equipos cuya hinchada regional depende del exitismo de un golpe de suerte o un circunstancial golpe de dinero…

El undécimo sitio para Sport Boys que una vez se dio el lujo de ser campeón y de disputar una Libertadores, y hoy sigue empantanado en un fútbol que lamentablemente se parece más al estado de su campo de juego que a la gloria que vivió en 2015.

Bolívar, el equipo campeón tuvo este plantel:

El equipo campeón contó con: Juan Carlos Arce (capitán), Pedro Azogue, Leonardo Claros, Matías Dituro, Ronald Eguino, Adriel Fernández, William Ferreira, Eduardo Fierro, Enrique Flores, Luis Gutiérrez, Leonel Justiniano, Nicolás Landa, Luis Lara, Leandro Maygua, Ronald Monteiro, Leonel Morales, Jefferson Moreira, Ricardo Müller, Juan Orellana, Pablo Pedraza, Mauricio Prieto, Ronald Raldes, Marcos Riquelme, Óscar Ribera, Edemir Rodríguez, Hernán Rodríguez, Wilden Rojas, Gastón Sirino, Esteban Umlee. DT: Beñat San José.

El mejor jugador del campeonato fue Juan Carlos Arce, y no es fácil calificar en un torneo menos brillante que el anterior, el gran y experimentado delantero de Bolívar. Claridad en la mirada del campo, apertura de bandas, traslación, velocidad y conducción del equipo como líder. El goleador por lejos fue Gilbert Álvarez de Wilstermann con 15 tantos, escoltado por otro nueve de sangre, Carlos Saucedo de San José, con un tercer lugar para Dionatan Restiga de Universitario con 10 tantos.

El arquero de Blooming, Hugo Suárez con sólo 16 goles en 22 partidos fue el portero menos goleado del campeonato. Le siguieron con 23 goles en contra Raúl Olivares de los aviadores e Iván A. Brun de Petrolero.

Si se hace un análisis de los títulos en el siglo XXI (2000-2017), veremos que de los 33 campeonatos disputados, Bolívar tiene 11 y The Strongest 8, una abrumadora mayoría, le siguen Wilstermann con 4, Oriente Petrolero, Blooming y Universitario con 2 cada uno, Real Potosí­, San José, Aurora y Sport Boys con uno cada uno.

Por departamentos: La Paz tiene 19 títulos, Cochabamba 5, Santa Cruz 5, Potosí­ 1 y Oruro 1.

Considerando el aporte de futbolistas cruceños al fútbol nacional, llama la atención una distancia tan abismal entre La Paz y el resto. En realidad, La Paz tiene el 58% de los campeonatos contra 42% de todos los demás clubes sumados.

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