Erick Cano: ‘Soñé con llegar a un equipo grande y se dio’

14/03/2019 | La Razon

Llegó este año a Bolívar y promete. Ya se ganó el puesto en el mediocampo, aunque en el anterior partido sufrió una lesión que le impedirá estar en su primer clásico.

La Razón Digital / Jaime Ayllón / La Paz

11:59 / 13 de marzo de 2019

Erick Cano Barao cumplirá 20 años el viernes 15 de marzo. Nació en Sacaba, Cochabamba, en 1999. Llegó este año a Bolívar y promete. Ya se ganó el puesto en el mediocampo, aunque en el anterior partido sufrió una lesión que le impedirá estar en su primer clásico, pasado mañana frente a The Strongest.

La norma actual exige que un equipo siempre debe incluir a un Sub-20 al menos durante 45 minutos de un cotejo; sin embargo, él tranquilamente podría jugar los 90 por condiciones y capacidad.

— ¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol?

— Mi papá Juvenal Cano me puso una condición para que pudiera asistir a las divisiones menores de Aurora: si tenía una buena libreta de calificación en la escuela, el premio sería inscribirme; logré buenas notas, inclusive con diploma, fui el mejor alumno de 3° básico de la Escuela Jesús Terceros Siles, y entonces me pude iniciar en esta actividad que ahora pasa a ser mi profesión.

Estuve corto tiempo en la escuela porque me promocionaron a las divisiones menores y de ahí hasta llegar a debutar en el primer plantel el año pasado, cuando mi primer partido fue contra San José. No fue fácil, porque uno debe tener mucha disciplina, entrenar más que el resto para poder crecer y aprender, y de esa manera sobresalir. Fue complicado porque también tenía que estudiar hasta terminar el bachillerato.

Luego inicié la carrera de Ingeniería de Sistemas que aquí (en La Paz) pienso continuar. Es difícil entrenar y estudiar, pero también uno debe tomar en cuenta que la carrera de un futbolista puede ser corta, entonces hay que prepararse para otro ámbito de la vida y ello requiere tener una profesión.

— ¿Por qué elegiste la escuela de Aurora y no la de Wilstermann?

— Lo que pasa es que en mi familia todos son hinchas de Aurora y todos practican el fútbol, desde mi mamá Yesica Barao, que juega de delantera en los torneos de su trabajo. Mi papá fue mediocampista y jugaba en los torneos de mi barrio; mis hermanas Marian, de 16 años, y Eva, de 13 años, están entrenando para ser parte del equipo femenino de Aurora, y mi hermano menor Leo, de 10, todos están en Aurora, por eso le agarré cariño desde pequeño a ese club. Mi hermana mayor quiere ser jugadora profesional, pero acá en el país el fútbol femenino no es muy reconocido y esperemos que esa perspectiva vaya mejorando.

— ¿Qué ha significado llegar a Bolívar?

— Lo soñé porque en la escuela hablaba con los compañeros y todos teníamos la ilusión de llegar a algún equipo grande y a mí se me presentó está oportunidad de llegar a Bolívar, me siento contento y agradecido con Dios y con mis papás por la ayuda que me dieron. La verdad es que todo se dio de un momento a otro y realmente me emocioné. Felizmente las cosas salieron bien y estoy aquí.

— ¿Cómo es admirar a jugadores y de pronto estar al lado de ellos?

— Siempre admiré y seguí mucho la forma cómo jugaban Thomaz Santos cuando estaba en Wilstermann, Juan Carlos Arce, Juan Miguel Callejón... y es verdad, ahora los tengo de compañeros, comparto el vestuario con ellos y realmente, aparte de ser referentes del equipo, son grandes personas que siempre te andan hablando, corrigiendo y dando consejos.

En mi exclub admiraba a Charles da Silva, a Vladimir Castellón, a Amílcar Sánchez, quienes me ayudaron bastante en mi estadía en Aurora; para ellos también tengo un sincero agradecimiento porque en mis inicios me orientaron. No es fácil llegar a un vestuario, uno siempre como joven tiene cierto temor, pero ellos me ayudaron a crecer como futbolista y persona; la verdad es que me topé con muy buenas personas y mejores colegas.

 

— Ya jugaste en la Academia, tienes continuidad, ¿cuál es el próximo paso?

— El profe me está dando confianza y continuidad, pero ahora la lesión me quitará ritmo de competencia; sin embargo, uno debe sobrellevar esa situación con paciencia. Luego, el desafío será tratar de ganarme un puesto en el equipo. Sé que será complicado, pero uno tiene que asumir ese reto y dedicarse en cada práctica.

Uno se ilusiona con llegar a la selección mayor, mostrarse y tratar de emigrar al exterior, pero aquello requiere de un proceso y, sobre todo, de perseverancia y paciencia para lograr esos objetivos a nivel individual.

— En Bolívar son varios los Sub-20 con posibilidades de jugar, entonces no es fácil...

— Sin duda, es difícil, porque hay compañeros de esa categoría que muestran buen nivel, algunos con muchos partidos encima como los que vinieron de clubes argentinos, pero considero que tengo un plus que debo explotar: jugué ya en primera división y fui parte de la categoría Sub-20 de la selección nacional, lo que me dio algo más de experiencia. Sé que me falta mucho por aprender, así que hay que continuar trabajando con mucha humildad y perseverancia.

— ¿Cuál es la carencia del futbolista joven?

— Creo que el mayor problema del jugador joven es que no estamos bien trabajados en la parte física, la verdad es que en el país falta trabajar esa parte. Hay talento, buen nivel técnico, pero no acompaña la parte física y eso hace retardar la aparición de futbolistas bien preparados. También considero que la estatura es otro aspecto, pero ello se supera con un buen manejo de pelota y picardía. Vemos que el jugador boliviano es de estatura media, pero con mucha calidad, aspecto que hay que aprovechar.

— ¿Vives solo en La Paz?

— Estoy viviendo solo y confieso que lo más difícil fue alejarme de mi familia, ése es el gran sacrificio en esta actividad, no ver a tus seres queridos día a día es complicado, extraño a mi mamá, quien me esperaba con un plato de comida en casa, y a mi papá y hermanos pendientes de mí; pero son mi motivación porque por ellos también estoy en el fútbol. Uno cuando se independiza y está fuera de casa adquiere más responsabilidades en el cuidado personal, desde la alimentación y otros aspectos inherentes a esta profesión.

— ¿Realmente piensas en el fútbol como tu principal sostén de vida?

— Sí, la verdad es que los compañeros que tuve y con quienes compartí en la selección Sub-20 mostraron esa mentalidad de buscar ser profesionales al cien por ciento. Creo que todos vamos tomando conciencia de que aparte del trabajo cotidiano, la disciplina en tu vida es un factor que determinará hasta dónde podrás avanzar y llegar futbolísticamente.

— ¿Practicas alguna otra disciplina?

— Sí, mucha natación y artes marciales, el taekwondo; creo que también te ayudan a mejorar la parte física. La natación bastante en ese sentido y la otra disciplina ayudan a formar tu carácter. En los momentos libres quiero darme tiempo para continuar practicando esas disciplinas.

Perfil

Nombre: Erick Cano Barao

Nacimiento: Sacaba, Cochabamba, el 15 de marzo de 1999.

Trayectoria: Proviene de la escuela de fútbol del Club Aurora, donde debutó en primera división. Actualmente es jugador de Bolívar.

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