Adrián Jusino cuida a su abuela en Coroico y no descuida el trabajo a distancia

06/04/2020 | La Razon

LA PAZ / 4 de abril de 2020 / 16:08

El zaguero es el único jugador de Bolívar que está fuera de la ciudad de La Paz. Sesiona dos veces al día, por la mañana aprovecha el espacio que tiene en el lugar.

POR JAIME AYLLÓN

A diferencia de la mayoría de jugadores de Bolívar, Adrián Jusino no está en La Paz, sino en Coroico, en los Yungas, donde atiende y cuida a su abuela Edith Noya y entrena a diario siguiendo las instrucciones del cuerpo técnico celeste.

“No estoy de vacaciones, no me descuido e incluso tengo mejores condiciones para trabajar. Vine aquí para cuidar a mi abuelita”, sostuvo el zaguero de la Academia y de la selección nacional.

Coroico es la capital de la provincia Nor Yungas, está a 102 kilómetros de La Paz, a unas dos horas de viaje por carretera.

Jusino no lo pensó dos veces y dejó la ciudad acompañado por su esposa Dominique Weigt y su hija Chloe inmediatamente después de conocer las medidas asumidas por el Gobierno cuando fue dictada la cuarentena para prevenir la propagación del coronavirus.

“Siendo una persona de la tercera edad, con mi abuelita hay que tomar más precauciones. Lo estamos haciendo así junto con toda mi familia”.

En Coroico “la gente está consciente de que hay que cumplir la cuarentena, lo que está pasando es un riesgo muy grande para la salud, pero hay que hacer el esfuerzo. Aquí hay pocos efectivos policiales, ellos se dan modos para hacer el respectivo control junto con funcionarios de la Alcaldía Municipal”.

Jusino dice que los pobladores de alguna forma continúa con su trabajo: “Si bien es un sector turístico, aquí la mayoría vive de la agricultura y la gente está en sus huertos y sus cocales, todos tomando precauciones con barbijos y guantes”.

En el hospital de Coroico “se han tomado todas las previsiones, felizmente hasta ahora no se reportó ningún caso”.

Así trabaja el defensor de Bolívar

En un ambiente familiar que también comparte con su madre Patricia y sus primos Jhonatan, Wilson, Deymar y Jorge, el jugador de Bolívar se entrena a diario y en dos turnos.

“En la parte física aprovecho los espacios. Por la mañana, tras el desayuno de las seis, salgo en forma combinada a realizar trabajo de resistencia trotando hacia el sector de las Cascadas o a hacer potencia y fuerza ascendiendo al cerro Uchumachi. Por la tarde me conecto a través del internet con el cuerpo técnico y mis compañeros y realizo todas las rutinas, felizmente la señal es buena y me facilita todo”.

Asimismo utiliza material de entrenamiento cedido “por el profesor Alberto Portugal, quien tuvo mucho que ver en mi formación, porque él es técnico de la Escuela de Fútbol de la Alcaldía y cuando tiene tiempo me colabora”.

En su alimentación cumple con las dietas encargadas por el cuerpo técnico y médico para cuidar el peso.

“Aquí no nos falta nada, tenemos todo fresco desde la verdura, el pollo y si puedo darme un gustito lo hago con un desayuno yungueño, una sopita de locro de gallina criolla, no la de granja, o un charque con arroz. Incluso un postre o platanito que prepara mi abuela”.

El futbolista está en Yungas con autorización del cuerpo técnico y los dirigentes, y no podrá volver a La Paz mientras dure la cuarentena. “Pero estoy bien, tranquilo, sin estrés. Por todos, ojalá que esto pase pronto y vuelva la normalidad”

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