26/11/2020 | Pagina Siete

Los celestes volvieron a mostrar una ineficacia en la ofensiva y encima recibieron un gol que puede pesar.

Marco Mejía / La Paz

Bolívar obtuvo anoche un triunfo económico sobre Lanús (2-1), resultado que deja abierta la llave para la revancha que se cumplirá la próxima semana en Buenos Aires. El tanto que recibió en contra le obliga a no refugiarse porque podría quedar en el camino.

El 1-1 del primer tiempo fue un castigo a la ineficacia en ataque que mostró el conjunto académico que fue el dominador de las acciones, pero los goles no se merecen, se los convierte y eso fue lo que hizo el elenco visitante.

Los celestes fueron una tromba desde el inicio del encuentro; es más, en los primeros cinco minutos ya tenían cuatro tiros de esquina a su favor frente a un rival que apostó a conservar el cero en su arco e intentando salir al contragolpe.

El equipo argentino estaba lejos del nivel que se le vio en la anterior fase cuando derrotó con un fútbol práctico al Sao Paulo brasileño. Los granates estaban arrinconados por la Academia a la que sólo le faltaba el gol para justificar su andamiaje en el terreno de juego.

Marcos Riquelme se convirtió nuevamente en el jugador más peligroso al exigir en dos ocasiones al portero Lautaro Morales, que fue uno de los responsables para evitar la caída de su arco.

Sin embargo, a los 32 minutos llegó lo impensado con un centro que encontró mal parada a la defensa celeste y Tomás Belmonte conectó el cabezazo a la izquierda del guardameta Javier Rojas para convertir el primero de la noche ante la sorpresa de los bolivaristas, que habían dominado las acciones.

Se desconcertó la Academia con el gol en contra y a punto estuvo de sufrir el segundo en contra, pero Rojas salvó un remate de Alexandro Bernabei.

Bolívar llegó al empate en el límite del tiempo de esta etapa con un cabezazo de Riquelme, que pide a gritos la renovación de su contrato con base en goles. Pese a que el cuerpo técnico de Bolívar ordenó el ingreso de Víctor Ábrego para el segundo tiempo, el delantero no fue la solución esperada. Lanús jugó más tranquilo que en la primera parte, ya que los celestes no ejercieron una presión alta para incomodarlo.

Cerca de los diez minutos el veterano José Sand se perdió el segundo gol para Lanús, mientras la Academia empezaba a jugar contra el tiempo.

El juego de Bolívar se hizo repetitivo, abusando en varios pasajes del compromiso del centro como único argumento y sin apelar a los disparos de media distancia, algo que el equipo paceño ha olvidado durante toda esta temporada.

Cerca de la media hora reapareció Bolívar con un centro de Anderson Cruz que ya estaba en la cancha, pero Ábrego no pudo empalmar el balón con el arco a su disposición.

El conjunto nacional se fue quedando sin ideas para dañar al rival que en la última parte sintió el rigor físico del encuentro, pero nunca fue sorprendido por un Bolívar que no tenía mucho con qué hacer daño.

Cuando faltaban cuatro minutos para el final, Luis Haquín salvó la noche de los celestes con otro cabezazo ante un magnífico centro de Ewin Saavedra. En el tiempo de adición, el juez del partido anuló un gol a Vladimir Castellón con ayuda del VAR, que identificó una mano del cochabambino.

FIGURA

SIN FIGURA
Nadie destacó en el equipo local, mención especial para Riquelme, Saavedra y Haquín, que salvó la noche.

áRBITRO

Flavio de Souza
Regular tarea del brasileño. Estuvo bien al anular el tanto de Castellón, pero no cobró un penal en contra de Jusi

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