La Academia goleó al Arsenal de Sarandi y clasificó a semifinales
04/11/2004 | EL DIARIO
Nota Extraida del Periodico Nacional El Diario, en su publicación del dia viernes 05 de Noviembre de 2004.
Rubén Tufiño, supera la marca de dos defensores de Arsenal. Bolívar goleó por tres tantos a cero a Arsenal de Argentina y clasificó semifinalista de la Copa Sudamericana.
Fue un comienzo timorato que sembró incertidumbre y desesperación, pero a medida que pasó el tiempo, Bolívar se adueñó del partido hasta llegar a la goleada que le permitió dar otro salto importante en el certamen regional que organiza la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
La academia ingresó con la urgencia de ganar el compromiso por una diferencia mayor a dos goles y con esa presión caminó calculador, lento, sin ser incisivo en la ofensiva que creó poco riesgo sobre la portería del rival facilitando el accionar de Arsenal que marcó en zona, con dos bloques de a cuatro que durante la primera media hora fue inexpugnable porque manejó los tiempos y los espacios de acuerdo al andamiaje cansino y pobre en fútbol agresivo de Bolívar.
Es más, durante este lapso, el equipo "celeste" solamente llegó una sola vez con sensación de gol sobre el arco defendido por Óscar Alejandro Limia que en espectacular estirada desvió al córner un remate cruzado y esquinado de Oscar Sánchez.
Bolívar adoleció de un armador, porque Limberg Gutiérrez más se dedicó a buscar el espacio para rematar o la falta para cobrar, de ordenar el juego se olvidó. Otro tanto ocurrió con Rubén Tufiño y Ronald García que en el afán de llegar al arco con remates de media distancia poco aportaron porque el bloque defensivo rival se plantó bien y marcó al límite, con libreto bien diseñado y respetado.
Róger "Sucha" Suárez en solitario intentó inquietar, pero sin compañía, porque Horacio Chiorazzo estaba fuera de onda, poco podía hacer. A ello se sumó la insistencia de llegar a campo contrario por izquierda cuando por derecha Gatty Ribeiro estaba más libre y sin marcación estricta.
Horacio Chiorazzo festeja el segundo gol celeste. Oscar Sánchez, con su experiencia y visión pretendió alimentar con toques al vacío, pero sin comprensión de la jugada los pases terminaron siendo regalo para los visitantes que del bloque se soltaron en un par de ocasiones, pero de tres cuartos de cancha no pasaron, excepto un tiro leve de Calderón que no sorprendió, además era el único delantero con proyección.
Una fórmula que poco había ensayado la academia fue el juego aéreo y dio resultado porque en dos jugadas de similar característica se marcaron dos goles de gran factura.
A los 36 minutos, Julio César Ferreira con un frentazo franco y directo inauguró el marcador ante una defensa rival estática que no lo tenía apuntado en el libreto. Seis minutos más tarde, Horacio Chiorazzo con otro cabezazo marcó el segundo gol que representó la clasificación a la ronda semifinal del torneo, aunque por delante había que esperar otros 45 minutos.
El periodo complementario fue más movido, más activo con más sensaciones de gol, pero también con más agresividad de los jugadores de Arsenal que perdieron la calma y quisieron nivelar el juego a fuerza y patadas.
Bolívar se paseó y jugó a su antojo, si se proponía hubiera elevado el marcador fácilmente, pero tenia al frente a un equipo que comenzó a practicar el antifútbol que puso en riesgo el físico de varios jugadores del cuadro local.
Antes del cierre de un capítulo glorioso para el plantel académico, Rubén Tufiño en base a porfía y velocidad se dio el lujo de marcar un gol que fue gritado por los aproximadamente 40 mil espectadores porque era el sello para cantar la clasificación a la ronda semifinal.
Ahora que venga Santos de Brasil o Liga de Quito, Ecuador, es lo mismo.
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