28/09/2011 | ERBOL COMUNICACIONES

El estadio Simón Bolívar, de propiedad del Club Bolívar ubicado en la popular zona de Tembladerani de la ciudad de La Paz, era el escenario alternativo elegido para jugar las eliminatorias del Mundial 78, que juntaba a bolivianos, uruguayos y venezolanos.

El estadio, con una tribuna de cemento y el resto de madera, estaba completo a la hora de comenzar el compromiso.

Wilfredo Camacho, el entrenador del equipo nacional, dispuso que el compromiso sea jugado por Carlos Conrado Jiménez en el arco; Jorge Campos, Jaime Rimazza, Jaime Lima y Pablo Baldivieso en la defensa; Eduardo Angulo, Carlos Aragonés y Ovidio Mesa en el medio campo; Raúl Alberto Morales, Porfirio Tamayá Jiménez y Miguel Aguilar en la delantera.

Del lado de los charrúas estaban jugadores de una enorme categoría como Fernando Morena: Basta citarlo para ver la calidad de futbolistas que disponía y los celestes eran, obviamente, los grandes candidatos al título.

Apropósito de Morena, meses antes, en Buenos Aires, le había dicho a José María Muñoz, el relator de Radio Rivadavia que por entonces era la emisora que acaparaba la atención de los argentinos en materia de fútbol, que diera por hecho la clasificación de Uruguay al mundial argentino, porque Bolivia y Venezuela no eran equipos como para considerarlos rivales en serio.

Así tomaban los charrúas la eliminatoria y así les fue.

El partido resultó muy complicado, la experiencia de los visitantes estaba consiguiendo un empate importante para sus aspiraciones, hasta que en el segundo tiempo, apareció la magia de un mediocampista excepcional como Ovidio Messa, para dejar en el camino a dos adversarios y colocar un balón magistral para Porfirio Tamayá Jiménez, quien sacó un remate que dobló las manos de Rodríguez, el lungo arquero de los celestes, que se quedó un minuto agarrándose la mano de dolor.

El "tamayazo", como se conoce a esa jugada, le dio la victoria a Bolivia por uno a cero y al mismo tiempo le entregó a la verde la gran opción de ganar a Venezuela, cosa que no había hecho Uruguay en Caracas, para de forma posterior recibir a los llaneros en La Paz, para sumar seis puntos, lo que finalmente se logró.

Fue una victoria memorable, con uno de los mejores equipos nacionales que la historia del fútbol nacional recuerde.

1977 marcó, en el primer semestre, alegrías importantes para el país futbolero y una clasificación al mundial, pero como se trataba de Bolivia, algo que no estaba en los cálculos de la FIFA, se sacaron de la galera un mini torneo que se jugó en Cali; algo que jugó en contra de la selección nacional: La victoria contra Uruguay hizo perder la perspectiva y caímos de forma impresionante, pero eso (como aseguramos ayer), es otra historia.

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