16/08/2014 | ULTIMA HORA - Edicion 1998

Mario Mercado Vaca Guzman hoy hubiese cumplido 86 años, la vida nos privo de ver a tan grande personaje aun con vida, pero su legado es eterno y acompañara siempre al club que él tanto amo.

Nunca homenaje alguno podrá aliviar el dolor dejado por la muerte; jamás la angustia que se siente por la perdida de un ser querido, aliviará las penas del alma y corazón. A tres años de la muerte de Don Mario Mercado Vaca Guzman, el gobierno le confirió en acto póstumo, la condecoración del Condor de los Andes; la presea que bien mereció recibirla en vida por el extraordinario temple que tuvo para encarar empresas dificiles, para actuar con vocación y sentido del pais y servicio sin mengua de su salud y sin esperar o buscar recompensa alguna.

Fue padre ejemplar, amigo sincero, honesto empresario, digno y hábil dirigente deportivo, impulsor de la cultura, ferviente católico y, sobre todo, patriota que sentia en sus venas que el país necesitaba de esfuerzo, dedicación, entrega, pasión, disciplina, y honestidad para salir de la profunda sima de la pobreza y el subdesarrollo.

Hoy, decir cuanto se pueda y se sienta sobre este ejemplar ciudadano, sólo sirve de consuelo para su familia y para los amigos que lo quisieron; pero, sus obras, su labor denodada en diversos campos de la producción y del saber, muestran cuanto era y cuánto más pudo haber dado de si y de sus inquietudes.

Cuando murió, el 21 de Enero de 1995, en fatal accidente, era difícil creer en su partida; pero, su fugaz tránsito por la vida - siempre es fugaz y efimero el paso de los grandes hombres - ha dejado mucho por hacer, mucho que sentir y bastante por creer y esperar que las mañanas que él ansiaba se convertian en realidad de hechos concretos, de fútbol hecho virtud, de cultura amalgamada con los valores de todos los bolivianos.

Veía en la minería un futuro interminable; en el deporte, el semillero de condicines aptas para la salud y la fortaleza de hombres y mujeres; en la actividad empresarial, la pujanza de un pueblo que merece mejor destino; en el turismo como industria, la capacidad de Bolivia -tierra fertil y rica, calurosa y ardiente en belleza natural y en altitudes donde los cóndores y las águilas tienen sus nidos de reinado- en un futuro promisor.

Ojalá que el Cóndor de los Andes que ostentan sus hijos, como recuerdo imperecedero de la personalidad de Don Mario Mercado, corone su pechoen el sitio que Dios le otorgó en su reino.

 

Articulo extraido de la Revista "SEMANA" de ULTIMA HORA, publicada el Domingo 25 de Enero de 1998, Nueva Epoca Nº12

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