12/03/2012 | CONMEBOL.COM

Lo increéble del marcador fue que, tras el primer tiempo, Atlético Paranaense ganaba 5-1, pero los locales remontaron con enorme valor hasta llegar a la histórica igualdad.
Contundencia brasileña vs coraje boliviano

Corría el 12 de marzo de 2002, y en La Paz debía jugarse el octavo encuentro correspondiente al Grupo 4, la revancha entre Bolívar, el local y Atlético Paranaense, donde también estaban América de Cali y Olmedo de Ecuador.

Ambos equipos necesitaban la victoria para seguir con chances de clasificar a octavos de final, teniendo en cuenta la buena performance de América de cali, que se proyectaba como candidato a ganar el grupo.

Lo que pasó en el primer tiempo hacía impensado imaginar lo que sucedería en el complemento. Atlético Paranaense, con un fútbol ordenado y preciso se puso arriba y fue engrosando el marcador a los largo de esos primeros 45 minutos por medio de Kléberson, Ilan (2 veces), Dagoberto y Adriano, mientras que en Bolívar Miguel mercado había descontado.

Pero otra historia se vivió en el sgundo tiempo. Bolívar salió decidido a remontar la goleada en contra y con mucho corazón y desorden, se fue al arco defendido por Flávio. Fue así como llegaron los goles de Lígori, Julio Ferreira y el argentino Chiorazzo, quien conviritió dos, el segundo a los 90 minutos de juego y de penal.

Así se le ponía cifras finales a un encuentro que quedó en la historia por el ser el empate con mayor número de goles en la Copa Libertadores y por lo hazañoso desenlace que tuvo la reacción de los celestes de Bolívar.

El primer chico también había quedado en la historia

El primero choque entre ambos clubes, que abrió el mencionado Grupo 4, ya había dejado su marca al ser el primer triunfo de un club boliviano en Brasil, gracias al 2-1 de Bolívar con goles de Olivares y Joaquin Botero sobre Atlético Paranaense, que empató transitoriamente gracias a Alex Mineiro.

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