“Fue una edición con sospechas

CARLOS LÓPEZ RECUERDA LA ELIMINACIÓN DE BOLÍVAR EN LAS SEMIFINALES DE 1986

21/07/2014 | PAGINA SIETE

Marco Mejía/ La Paz
La eliminación de Bolívar de las semifinales de la Copa Libertadores de 1986 tiene una historia negra con denuncias de ofrecimientos de dinero, que en su momento hizo la entidad celeste a la Conmebol. Pasaron 28 años desde aquella noche "fatídica” que tuvo la Academia en el estadio Pascual Guerrero de Cali donde ganaban los celestes y perdieron "extrañamente” en los últimos siete minutos con dos rebotes "sospechosos” del portero peruano Eusebio Acasuzo.
Hoy, en puertas de otra semifinal copera, el exjugador Carlos Ángel López recuerda cómo se clasificaron los celestes a esa instancia y las cosas extrañas que terminaron sacándolos de la final de esa versión.
¿Cómo recuerda la Copa Libertadores de 1986?
Hace 28 años fue el momento más cercano que tuvo Bolívar en su historia para estar disputando una final. En la primera fase eliminamos a Wilstermann y los equipos peruanos (Universitario de Deportes y UTC de Cajamarja), y en semifinales nos emparejaron con el América de Cali y el Olimpia de Paraguay.
¿Tenía más mérito clasificar antes?
Es que se trataba de una modalidad distinta, pero era más duro ya que sólo pasaba el primero de cada grupo y luego se jugaban las semifinales; hoy la cosa cambió, ya que hay más países y van dos por serie.
¿Y qué pasó luego en las semifinales?
En La Paz nos impusimos 2-0 al América y en la revancha estábamos ganando hasta siete minutos antes de la conclusión del compromiso y lo perdimos 2-1. Todo estaba hecho para ganar la llave y luego enfrentarnos a River Plate en la final.
A propósito del partido con América, se habló de ofrecimientos al portero Acasuzo y de varias cosas raras. ¿Cuál fue la realidad?
Todo comenzó en el partido que jugamos como locales contra los colombianos. Había un famoso personaje, el empresario Carlos Quieto, que justo llegó a La Paz para ese lance. Jorge Habegger (director técnico) y yo lo conocíamos; es más, a mí me llevó a jugar a Millonarios antes de que venga a Bolívar. Con Habegger decíamos que si lo veíamos en esta ciudad había que buscar cualquier cosa para que se vaya…
¿Qué hicieron?
Yo estaba en Buenos Aires porque me encontraba lesionado, pero antes del partido lo llamé a Habegger y me enteré que todo el equipo de Bolívar había ido a ver una película al cine, pero hubo una ausencia: Eusebio Acasuzo, que no había ido y se comenzó a sospechar de las cosas y de ofrecimientos.
¿Cómo se enteró?
Al margen de que yo me comunicaba constantemente con La Paz, un día me llamó Julio Grondona (presidente de la AFA) a mi casa de Buenos Aires para interiorizarse sobre la denuncia que había hecho Bolívar ante la Conembol sobre este señor que estaba incentivando a jugadores para ir hacia atrás y luego para ganarle a Olimpia y allanarle el camino a la final al América. Fue una Copa rodeada de muchas sospechas.
¿Le sorprendió?
Mucho, porque yo estaba en Buenos Aires recuperándome de la lesión y cuando volví me enteré de varias cosas y fui entendiendo los rebotes que dio Acasuzo en Cali a sólo siete minutos de la conclusión y que le costaron a Bolívar el juego. Por lo que me comentaron, las dos jugadas fueron muy sospechosas y ellos se clasificaron.
¿Ruiz terminó jugando en el arco?
Sí, Acasuzo rescindió contrato con el club y en el último partido con Olimpia atajó Francisco, pero ya estábamos fuera de toda competencia.
¿Qué diferencias existen entre aquel equipo celeste y el actual?
Ahora las noto más, nosotros teníamos debilidad en defensa, por eso nos reforzamos con Luis Galván, que fue campeón del Mundo en 1978 e hizo pareja con Marcos Ferrufino; en cambio el equipo de Azkargorta tiene una defensa sólida; Xabier hizo un muy buen trabajo desde que llegó y observo que tienen un equipo más compacto.
Pero ustedes tenían lo suyo del medio para adelante...
Ahí éramos más nosotros, la delantera con Salinas y Koky Hirano era letal; además vino Abdeneve que tenía una gran calidad técnica.
¿Qué decía don Mario Mercado?
Don Mario se quedó con la espina clavada de no haber podido llegar a esa final, era el gran sueño que tenía; él apoyo con todo lo que estaba a su disposición, lamentablemente no le pudimos dar esa alegría, pero desde arriba está mirando igual y ésta es la gran oportunidad para que Bolívar consiga la Copa.

"Me contaron que antes de jugar con América de Cali fueron todos al cine, menos Acasuzo”.

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