15/08/2014 | Pagina Siete

Como siempre, los bolivaristas tenemos que recordar el 16 de agosto como un aniversario más del nacimiento de don Mario Mercado Vaca Guzmán, un legítimo precursor del fútbol boliviano.
Él nació el año 1928 en Asunción, Paraguay, cuando su padre, don Bailón Mercado, desempeñaba las funciones de embajador de Bolivia en tierra guaraní, precisamente cuando ya se habían iniciado las hostilidades paraguayas por apoderarse de grandes espacios territoriales bolivianos, actitudes de las que dio bastante información para que nuestro país tomara precauciones de resguardo en esa frontera.
Por motivos relacionados en ese alto cargo y guiado por su responsabilidad patriótica, don Bailón Mercado vino a La Paz con su pequeño hijo (don Mario) para que, no obstante debido a la extraterritorialidad era considerado boliviano legítimo, lo hizo bautizar en la parroquia del Sagrario o San Agustín como nacido en Bolivia.
El Dr. Mercado, que era uno de los más importantes parlamentarios, dueño de una gran y brillante oratoria, continuó su carrera diplomática y asumió el cargo en la Embajada de Bolivia en Perú. Fue entonces que en cierta oportunidad el club Bolívar viajó a jugar a Lima, momento que don Mario Mercado le tomó cariño a la institución celeste que jugó un gran partido en Lima con un resultado favorable. Su padre, que asistió con él al partido en Lima, visitó los camarines para felicitar a nuestros jugadores por su buen desempeño. Entusiasmado por esa actuación ofreció un banquete en homenaje a los jugadores de Bolívar, circunstancia que aprovechó el pequeño Mario para obtener autógrafos de los jugadores bolivaristas, haciéndose un bolivarista más.
Ya de joven don Mario volvió de Europa a La Paz aquerenciándose mucho más por el Bolívar, hasta que uno de esos días junto con Chichi Siles ofreció un almuerzo en homenaje a los jugadores del club Bolívar que le dieron el título a la Academia. Entre los jugadores que asistieron al almuerzo servido en el Daiquirí estaban el exportero don Gelo Velasco, don Mario Alborta, capitán de capitanes; don Alfredo Molina, don Berichi Rengel, Chascón Tapia, Angulo, Plaza, Durandal y otros que recordaron aquel viaje a Perú y a ese chiquillo que les pedía autógrafos que no era otro que don Mario Mercado, lo abrazaron y se expresaron satisfechos porque el club Bolívar tendría un auténtico bolivarista de vocación como presidente. Don Mario dejó como ejemplo la dignidad y la lealtad al club Bolívar.

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