08/12/2014 | Pagina Siete

Diez años pasaron desde que Bolívar jugó la primera final de la Copa Sudamericana 2004 frente a Boca Juniors en el estadio Hernando Siles. El 8 de diciembre de ese año los xeneizes fueron derrotados por 1-0 y la Academia empezaba a tocar el cielo con las manos ya que estaba sólo a 90 minutos de la hazaña.
La Copa había comenzado en agosto de ese año y a medida que la Academia fue dejando los rivales en el camino, su afición fue entusiasmándose al punto que para la final contra los argentinos, la gente durmió dos días antes en las afueras del escenario miraflorino para poder conseguir su localidad. La taquilla fue volteada en menos de tres horas. El encuentro fue programado por la Conmebol para las 20:15, cuatro horas antes ya no existía campo "ni para un alfiler”.
Si bien la final no fue un partido espléndido en cuanto a virtudes técnicas y futbolísticas, tuvo su cuota aparte de buen toque de balón, de entrega de los protagonistas. Boca mostró su oficio pero al aplicarse en marca y proyección, es más dio su toque de fineza para la administración de la pelota en las diferentes líneas.
Bolívar arrancó el compromiso como una tromba, con llegadas por todos los frentes, con remates de media distancia de Limberg Gutiérrez y Rubén Tufiño que inquietaron y pusieron en apuros al golero Roberto Abbondanzieri, quien cuantas veces fue exigido mostró solvencia y seguridad para custodiar la portería del cuadro "xeneize".
Boca planteó una estrategia inteligente y tras un comienzo con muchas dudas y traumas por las difíciles condiciones de jugar de local y en la altura de La Paz (3,600 m de altitud) logró equilibrar el juego ante la desesperación de su rival.
El local, presionado por su público que abarrotó el estadio Hernando Siles no encontraba la ruta para abrir el marcador en el segundo tiempo.
A la Academia le hizo falta un conductor, aquel que hiciera la pausa y le imprimiera velocidad, hasta que ingresó el argentino Pedro Guiberguis que le cambió de cara al cuadro local.

El gol de Chiorazzo
La muralla defensiva de los xeneizes fue vulnerada por un descuido que fue bien capitalizado por Horacio Chirazzo.
La acción la generó precisamente Guiberguis, quien con un pase perfecto a las espaldas de los defensores habilitó al goleador que eludió al arquero y con toque suave decretó el tanto del triunfo sobre la media hora del complemento ante el júbilo de la parcialidad celeste que estaba en el estadio y el pueblo boliviano que vibró en todo el país.
Bolívar había dado el primer paso para conseguir el inédito título en su rico historial, nueve días después vino la revancha en la Bombonera donde Boca ganó por 2-0 y obtuvo el título de la Sudamericana, pero los celestes habían logrado una hazaña histórica en el fútbol boliviano, la misma que no ha podido repetirse por ningún club de nuestro país en la última década.

La síntesis del encuentro
Bolívar (1): Mauro Machado, Daner Pachi, Oscar Carmelo Sánchez, Marco Antonio Sandy, Julio César Ferreira, Gonzalo Galindo (Percy Colque) ,Rubén Tufiño, Ronald García (Pedro Guiberguis), Limberg Gutiérrez, Horacio Chiorazzo y Roger Suárez. DT: Vladimir Soria.
Boca Juniors (0): Abbondanzieri, Matellán, Schiavi, Traverso, Calvo, Cagna, Cascini, Vargas (Cardozo), Guglielminpietro (Donnet), Barros Schelotto (Carreño) y Tévez. DT: Jorge Benítez.
Árbitro: Carlos Simon de Brasil, asistido por sus compatrotas Aristeu Tavares y Hilton Rodrigues.
Goleador "Mi sueño era marcar un gol a Boca y lo logré”", sostuvo el autor del único, Horacio Chiorazzo.

20 PUNTOS
consiguió Bolívar en los diez partidos que le tocó jugar ante Aurora, U de Concepción, Arsenal, Liga de Quito y Boca Juniors.

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