09/01/2015 | Pagina Siete

El campeonato obtenido por Bolívar el semestre pasado fue conseguido al límite. Lo que debió ser un paseo terminó con la polémica del último partido, innecesaria si no se regalaban los puntos iniciales a San José, Petrolero, Sport Boys y Real Potosí. La estrategia mezquina del inicio de campeonato y el pobre manejo del grupo, con peleas internas nunca antes vistas, casi hacen fracasar el gran deseo de la hinchada, obtener la estrella 25.

La exigencia de los bolivaristas para este 2015 es la misma, es decir, conseguir los dos próximos títulos semestrales en forma consecutiva. El equipo se verá reforzado con Rodríguez, Arrascaita y Cardozo y tiene todo el potencial para conseguir en forma consecutiva los dos próximos campeonatos. No hay excusa para no hacerlo, ya que es un plantel muy bien pagado y debe responder necesariamente con resultados y títulos. Esto es lo que hacen los equipos del Primer Mundo que saben de la diferencia entre ellos y sus contendientes, es decir, sentar supremacía y así debe ser el caso de Bolívar.
Queda por resolver la contratación de un goleador. La planificación debe ser al menos para encarar los próximos tres semestres y tanto Tenorio como Ferreira ya están fuera de ese panorama. Con los altos valores que se manejan por ambos, lo más aconsejable es contratar a otro goleador, más joven y con mejor proyección a futuro. Los torneos sudamericanos son difíciles y los años pasan factura a los jugadores Sub-40. Esperemos que BAISA tenga la visión de acertar en la contratación, ya que la experiencia de los colombianos Córdoba y Rodas quedó en una incógnita, es decir si los jugadores no tienen el nivel para jugar en Bolívar o al técnico se le escapó otra vez la tortuga.
Los bolivaristas también exigimos que de una vez por todas se encaren las negociaciones para prolongar los contratos de Callejón y Capdevila, cuya llegada fue acertada por la visión de Miguel Ángel Portugal. Ambos son los jugadores diferentes y de jerarquía que un plantel necesita para triunfar. Ellos han dejado atrás a jugadores argentinos y brasileños, por lo que se debe mantener la idea de reforzar con jugadores de España, sobre todo por su formación.

Con una plantilla completa, Bolívar debería encarar los torneos domésticos sin ninguna dificultad y competir en excelentes condiciones en la Copa Sudamericana. El título de esta competición es una asignatura pendiente, luego de esa extraña definición de 2004, cuando la localía de Bolívar fue invertida y dejó a Boca definir en casa. Este plantel tiene el nivel como para conseguir un título continental, ya que los segundos y terceros puestos no interesan.

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