19/11/2018 | Pagina Siete

El exjugador de la Academia (de 78 años) estuvo internado por una arritmia cardíaca, pero como en sus mejores tiempos continúa gambeteando a la enfermedad.

Marco Mejía / La Paz

Han pasado casi 48 años de la visita que hizo el Santos del Rey Pelé a La Paz para enfrentar a Bolívar en un amistoso internacional. Los aficionados que asistieron el 16 de enero de 1971 al mítico estadio Hernando Siles tienen en el recuerdo la imagen de la espectacular chilena que clavó el astro brasileño en el arco norte que era defendido por Arturo Galarza (+).

En ese partido estuvo el inolvidable René Rada, quien aún conserva la camiseta del Rey como el mejor de los recuerdos y un trofeo único que pocos jugadores en el mundo tienen del astro brasileño. “Me la regaló Pelé, era un tipo humilde”, comenta el Fiero Rada, mientras toma la camiseta en sus manos y los recuerdos le transportan a su época de jugador y a las tardes interminables cuando pateaba la pelota en la cancha del Seminario, en la avenida Armentia de la sede de Gobierno.
Foto:René Rada

¿Cómo era jugar en la cancha del Seminario?

Ahí empezó mi carrera, jugaba con pelota de trapo con todos los chicos del barrio. Recuerdo que la misa era a las diez de la mañana y ya estábamos todos en el Seminario, la condición era que teníamos que escuchar la misa y el que no iba no podía jugar en el equipo llamado San Gerónimo. De ahí me fui a trabajar a una fábrica de fideos que tenía su equipo en la liga fabril y de entrada me inscribieron en el equipo Obrero Royal.

¿31 de Octubre fue su primer amor?

El gran 31 de Octubre, teníamos un equipazo... Compraron mi pase en siete millones de bolivianos. Ahí jugué junto a Isaac Álvarez, Hugo Yépez, Édgar Quinteros, Freddy Flores, Hugo Palenque, Fausto Larrazabal y Raúl Gutiérrez. En la Copa Libertadores de 1967 vino el gran Racing de Buenos Aires que estaba invicto, no perdía con nadie, pero con 31 de Octubre le quitamos esa racha y con buen fútbol, esa tarde fue gloriosa para el club.
Foto:René Rada

¿Ahí lo vieron de Bolívar?

Yo creo que esa Copa Libertadores fue mi trampolín para llegar en 1968 a Bolívar, donde pasé los mejores años de mi carrera futbolística. Don Mario Mercado y Alberto Alem hicieron el esfuerzo para llevarme a la Academia. La gente decía que alegraba las tardes con las gambetas, toques elegantes y haciendo pasar el balón por medio de las piernas de los adversarios. Antes se jugaba con picardía, ahora se ha perdido esa viveza que había en los jugadores.

¿Usted era un experto para los penales?

Mi fuerte era patear los penales y los tiros libres, no fallaba porque colocaba el balón con suavidad junto a los postes. Al momento de ejecutar los disparos corría por la derecha y luego cambiaba de palo al arquero, era macho para los penales.

Con Bolívar estuvieron a punto de clasificar a otra fase en 1969, ¿qué pasó en el partido extra con Olimpia en cancha de Racing?

Empatamos en puntos con Olimpia y tuvimos que ir al desempate en Buenos Aires, estábamos 1-1 y los paraguayos ya estaban cansados y no iban a aguantarnos en el alargue, ahí vino una anécdota, ya que el amigo Hernán Cayo se amarraba los botines y por ese sector llegó el segundo tanto de Olimpia y nos ganaron. Casi lo pegamos al Cayo, no sabía qué hacer (risas).

Fue un gran equipo de Bolívar con Párraga, Mario Rojas, el Pichón Herbas, Ramiro Blacut y Coutinho.

Una de esas tardes inolvidables debe ser la visita del Santos de Pelé para jugar con Bolívar...

Nos golearon 4-0, pero al frente estaba Pelé. La gente durmió un día antes alrededor del estadio Hernando Siles para ver a ese jugador, era un tipo muy humilde y en el aspecto físico era increíble, los movimientos que tenía, no había caso de contenerlo. En el segundo tiempo Pelé hizo una chilena espectacular que clavó en el ángulo de Arturo Galarza, fue un golazo.

Usted tiene un trofeo valioso de aquella tarde

Ese trofeo es lo más valioso, me regalo su camiseta 10 que hasta ahora lo conservo. Al partido fueron los hijos de los mineros y al final le obsequiaron un guardatojo con el que posó sin problemas, no era creído, le pedí una foto y se la tomó sin problemas. En Bolivia deben ser pocas las personas que tienen su camiseta y felizmente uno de esos soy yo.

¿Usted es bolivarista?

No, yo soy del Tigre, pero ese club nunca me quiso llevar a jugar, por eso digo que los mejores años los tuve vistiendo la casaca de Bolívar. En 1970 jugué algunos meses en The Strongest, en el equipo Símbolo luego del accidente de Viloco, me di ese gusto de jugar en el equipo del que era hincha, pero ellos no tenían buenos dirigentes.

¿Cuéntenos su paso por la Selección nacional?

Don Freddy Valda me convocó para la Eliminatoria de 1969. Fue uno de los mejores seleccionados. Le ganamos en La Paz a la Argentina y a uno de los mejores equipos de Perú, que luego eliminó a los argentinos del Mundial de México 1970. Al margen de tener grandes jugadores bolivianos, se naturalizaron otros como Raúl Álvarez, Mario Rojas, el Tanque Díaz y Juan Farías.
Foto:Archivo digital

¿Qué técnico le marcó en su carrera?

Siempre me acuerdo de dos: Freddy Valda, que era un gran amigo de los jugadores y un entrenador de primera, y el griego Dan Georgiadis, que vino a Bolívar, lo único era que no le entendían mucho porque no podía hablar bien el castellano, pero era un tipo con mucha capacidad.

¿Dónde nació el apodo de Fiero?

Cuando jugaba en el Obrero Royal tenía un compañero de apellido Pérez y como éramos muy parecidos y andábamos juntos nos decían los fieritos y de ahí se quedó el apodo.

¿Cómo está de salud?

Estuve muy delicado, tuvieron que internarme, el corazón me está fallando; pero estoy mejor, no me va a vencer la enfermedad. Cumplí hace poquito 78 años y como yo me cuidé en mi juventud, porque no tomaba, tengo cuerda para rato (risas).

HOJA DE VIDA

Nombre René Rada Calderón.
Lugar y fecha de nacimiento Nació en Yani, Larecaja, el 2 de octubre de 1940.
Carrera Sus inicios fueron en el club Obrero Royal, luego pasó a 31 de Octubre y Bolívar. Jugó con la Selección las Eliminatorias al Mundial de México 1970.

En la Bombonera escupían y tiraban monedas

Réne Rada tiene una gran cantidad de historias de su época de jugador. En 1970 jugó con Bolívar la Copa Libertadores, en aquella ocasión enfrentó a Boca Juniors en la Bombonera.

“No voy a mentir para nada si cuento que en la cancha de Boca te escupen, orinan y te tiran con monedas para tratar de presionarte y meterte miedo para que su equipo aproveche esa desconcentración”, dice.

Rada admite que jugar en ese estadio tiene sus complicaciones, aunque asegura que no es miedo el que invade a los visitantes, sino la impresión de tener encima de uno a toda la afición xeneize.

“Yo creo que miedo de jugar en esa cancha no existe, sí la impresión es mucha porque durante todo el encuentro el aliento de la hinchada de Boca es ensordecedor, además que la forma en la que está edificada la Bombonera, como una caja y con las tribunas encima de uno, es algo que realmente impresiona; pero que no mete miedo”, aclara. El exmediocampista de la Academia también se acordó de una anécdota en el viaje que realizó en aquella versión de la Copa a Buenos Aires.

“Ese viaje tiene muchas anécdotas. Recuerdo que el utilero del Bolívar se olvidó de llevar las camisetas de entrenamiento y cuando llegamos a La Candela (lugar donde entrena Boca Juniors), tuvimos que recurrir al utilero de nuestro rival, quien nos facilitó las camisetas para poder entrenar. Al día siguiente varios jugadores, como Blacut, Costas y mi persona, salieron en los matutinos de Buenos Aires y también de La Paz con las camisetas de Boca Juniors”, dijo.

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