Guido Loayza: “El partido en el Soldier Field fue la cúspide de un gran sueño”

La proximidad del Mundial Catar 2022 despierta recuerdos en el extitular de la FBF

08/11/2022 | PAGINA SIETE

EMOTIVO: Desde el primer partido en Estados Unidos 1994, con la ceremonia inaugural del torneo, hasta el festejo enfervorizado tras el gol de Sánchez y los sentimientos encontrados por el gol que no fue de Baldivieso.

Guido Loayza sigue ávido de fútbol. Está al tanto de Bolívar, el club de sus amores, y, cuando le hablan de Estados Unidos 1994, una sonrisa se le escapa al expresidente de Bolívar y de la FBF. En una de las salas de su domicilio de Bajo Següencoma, reposan un cuadro oficial de Estados Unidos 94 y al lado la casaca Umbro con la que Bolivia salió a la cancha a disputar el certamen ecuménico. Todo un hito, que hoy en día sigue recordando el hincha nacional.

¿Aún sueña con el Soldier Field en el partido inaugural?

El haber participado en el mundial del 94 es un acontecimiento que tengo tatuado en la memoria y, muchas veces, con amigos como Percy Luza recordamos la cantidad de situaciones que vivimos juntos en esa travesía, desde el Congreso de Sucre donde me eligieron por aclamación como presidente de la FBF hasta el día en que íbamos a inaugurar el mundial de fútbol. El Soldier Field es la cúspide de un gran sueño. Estar jugando contra el campeón mundial, en un hermoso estadio abarrotado de hinchas, donde miles de bolivianos que no cantaban, sino gritaban el himno nacional, haciendo flamear la bandera boliviana para que pudieran verla en todos los confines de Bolivia, junto a más de dos mil millones de personas en todo el mundo, era un sueño hecho realidad tangible.

¿Qué fue lo que más le impresionó de ese mundial?

Me gustó mucho el amor al deporte del pueblo norteamericano. A pesar de no ser nuestro fútbol de los más populares allí, era sorprendente como asistían a los diferentes campos durante el mundial, para ver partidos que no hubieran tenido análoga acogida en otro país donde el fútbol hubiera sido el deporte predilecto.

Cuándo vio a los pánzers alemanes en la inauguración, ¿qué hizo? ¿Se persignó o arengó a los jugadores?

Mirarlos con mucho respeto, pero sin sorpresa. Los conocíamos de haberlos estudiado y seguido desde el día que Blatter sacó el bolillo y anunció que el partido inaugural sería Alemania contra Bolivia. Antes de jugar contra ellos, jugamos 36 partidos en varios continentes, muchos contra equipos muy fuertes. Éramos conscientes de que era el partido más difícil posiblemente de toda nuestra historia y sabíamos que no teníamos otra alternativa que jugar muy bien y que aun así no teníamos la seguridad de tener un resultado favorable. Así ocurrió.

¿Qué es lo que más le gustó de Bolivia en ese Mundial?

Me gustó mucho la entrega sin ambages de los pocos dirigentes que acompañaron a la Selección, trabajando en tareas de gastronomía, de lavado de ropa, de transporte de la delegación, de organización, de relaciones públicas y de cualquier otra actividad que se presentara para hacer que la delegación boliviana esté lo más cercana posible a la excelencia.

Cuando Baldivieso se perdió un gol cantado ante Corea del Sur, ¿qué hizo? Y cuando Platiní anotó ante España, ¿con quién estaba? E igualmente, ¿qué hizo?

Cuando Baldi encaró al arco sin oposición sentí que podía ser el gol que nos diera el primer triunfo en la historia de los mundiales y nos acercara a la clasificación. Infelizmente, no se dio como sucede tantas veces en el fútbol. Cuando Platiní disparo y venció a Zubizarreta, grité sin mesura, sabía que era el gol que los bolivianos estábamos esperando celebrar desde hacía más de 60 años. Platiní Sánchez había hecho e hizo hacer tantos para llevarnos al mundial que se merecía haber hecho el primer y único gol boliviano en un Mundial.
$!Guido Loayza muestra uno de los afiches oficiales de la competición Estados Unidos 94.
Guido Loayza muestra uno de los afiches oficiales de la competición Estados Unidos 94. Carlos Sánchez

¿Quedó satisfecho con lo hecho en USA 94?

Yo quería más y con seguridad podíamos haber obtenido la clasificación a la siguiente fase. Pero cuando, por otra parte, sabía lo que nos había pasado en anteriores participaciones y lo que pensaba tanta gente que nos podía pasar, debemos estar resignadamente conformes. Poco tiempo antes del mundial, me llamó a Palacio el presidente Sánchez de Lozada y me pidió un consejo, porque todo el mundo le pintaba un panorama negro en torno a USA 94. “Cómo vas a ir al mundial y sentarte junto al presidente Clinton, con el canciller Kohl, y dónde te vas a meter después del quinto gol de Alemania”. Yo le repetía lo mismo que le había dicho ante una duda similar antes del partido contra Brasil: “Sabemos que Alemania es mucho más fuerte que Bolivia, pero nunca ha habido una mejor oportunidad de hacerle un buen partido, empatarle, o ganarle que hoy”. Otra cosa que me dejó muy satisfecho es haber tenido el acierto de nombrar al mejor jugador boliviano de la historia como Capitán honorario de la Selección boliviana: al maestro Víctor Agustín Ugarte. Él, por otra parte, estaba enormemente agradecido por este reconocimiento del fútbol y del pueblo. Poco tiempo después de volver del mundial, se fue para siempre como capitán honorario de la Selección Boliviana. En contrapartida, me quedó el sabor amargo de no haber hecho todo lo necesario para que esté en la gran fiesta del fútbol boliviano, el segundo más grande: Erwin Chichi Romero. Hubiera sido inolvidable ver juntos, en USA 94 a Ugarte, Romero y Etcheverry.

El Mundial que se avecina, ¿qué hará a partir del 20 de noviembre?

El mundial es la fiesta deportiva más grande del planeta. El fútbol alcanza masivamente, y con pasión, a todo el orbe y uno espera con impaciencia el minuto cero, cuando la pelota empieza a rodar sobre el césped verde y comienzan a bullir todos los sueños de billones de feligreses.

¿Qué avizora; será especial, diferente, espectacular?

Por todo el entorno por supuesto que será un mundial diferente. Fantásticos estadios con inclusive aire acondicionado para paliar las extremas temperaturas, características del desierto en el golfo pérsico. Una característica de este mundial será continuar con la cultura que la FIFA ha acuñado desde hace más de una década y que pudimos vivirla en uno de los países más futboleros del planeta, como es Brasil, donde se ha desterrado del estadio al verdadero hincha de fútbol para reemplazarlo por el turista o el burócrata de empresas internacionales acompañado de su pareja. Solamente algunos hinchas de altos ingresos de algunos países muy futboleros (Argentina, Brasil, Inglaterra, Francia, Holanda y España) romperán la monotonía burocrática en los escenarios.

¿Cuál es su equipo favorito? ¿El jugador favorito o el que piensa que será la estrella?

Mi equipo favorito es, como siempre, Argentina, con la que tengo un vínculo afectivo sumamente fuerte porque el país y su gente me abrieron las puertas de su universidad, donde adquirí los conocimientos necesarios y suficientes para llevar, por muchas décadas, una carrera profesional muy exitosa, en muchas empresas de distintos países. Allí también adquirí los conocimientos de fútbol que me permitieron cimentar mi formación futbolera para ayudar a mi club a obtener 15 campeonatos y a mi selección para participar en un mundial. Inmediatamente después, están Brasil, Uruguay y Ecuador, los abanderados del fútbol de nuestro continente. Con referencia al mejor jugador del mundial, quisiera que Messi alcance ese logro para ponerle el broche de oro a una brillante carrera de otro jugador sudamericano.

¿Cuál fue el equipo que le deslumbró? ¿Brasil de Pelé? ¿La Naranja Mecánica? ¿Argentina de Passarella o de Diego?

Dos de los mejores, que no ganaron, fueron la Hungría de Puskas el 54 y la Holanda de Cruyff el 74. Dos que ganaron por tener un jugador excluyente fueron el Brasil del 62 con Garrincha y la Argentina del 86 con Maradona. Dos grandes equipos campeones por el conjunto fueron el Brasil del 70 y la España del 2010.

Uno de los orgullos de Loayza, haber reunido al “Maestro” Ugarte con Sánchez y Etcheverry.
“Fue un acierto el nombrar al mejor jugador boliviano de la historia como Capitán honorario de la Selección al maestro Víctor Agustín Ugarte”.
“Ante Alemania era el partido más difícil, posiblemente de toda nuestra historia, y sabíamos que no teníamos otra alternativa que jugar muy bien”.
“Yo quería más y con seguridad podíamos haber obtenido la clasificación a la siguiente fase. Debemos estar resignadamente conformes”.
“Este mundial será el último con 32 equipos, se vienen mundiales de 48, lo cual me parece un despropósito y un golpe a la meritocracia”.

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