El goleador admite que está en la parte final de su carrera como jugador de la selección boliviana y aspira a conseguir su sueño: llegar al Mundial de 2026.
Marcelo Martins trabaja al mando de Gustavo Costas encarando la que quizás sea su última etapa como jugador de la selección boliviana, con el objetivo de concretar su sueño e ir, por fin, a un Mundial.
Mientras siente que aún tiene fuerzas su idea es la de seguir aportando a la Verde las veces que sea convocado.
Goleador de las más recientes eliminatorias para el Mundial de Catar 2022, también quiere serlo en el camino rumbo a 2026, además con el boleto en el bolsillo para estar en la Copa que conjuntamente organizarán Estados Unidos, México y Canadá.
También apunta su reflexión a cómo le ha ido en la temporada, su conclusión es que fue un año duro por la pérdida de su padre (Mauro Martins), su mentor y quien le enseñó todo del fútbol, y por ello ese golpe no le permitió ser el jugador de otros años.
Comienza una nueva ilusión, ahora al mando de Gustavo Costas…
Contento por estar acá. Siempre es un orgullo representar a la selección y reencontrarme con mis compañeros y ver a los nuevos jugadores. Representar a Bolivia siempre va a ser lo mejor para mí y espero que las cosas me sigan saliendo muy bien.
¿Qué piensas de comenzar este proceso con un partido amistoso ante Perú?
Son importantes estos partidos, he defendido en todo momento que debemos jugar amistosos internacionales.
Infelizmente no fue en Santa Cruz con nuestra gente, hace mucho que no se juega ahí.
Aparte, es bueno para ir conociendo lo que tenemos, el talento de los jugadores hay que aprovecharlo, hay que darles secuencia de partidos a los chicos y de a poco ir conociendo lo que quiere el técnico.
La gente habla muy bien de él (Gustavo Costas), muchos de mis compañeros, jugadores, entrenadores me han hablado bien.
¿Será el tiempo de la renovación con jóvenes como Miguel Terceros y Leonardo Zabala, además de otros?
Ellos han demostrado que se merecen una oportunidad, están en Santos, un equipo lindo para jugar.
Uno está ahí como referente de la selección para darles consejos, ayudarlos. En Brasil no es fácil estar y ganarse una posición. Escuchar es siempre importante para ellos y deseo todo el éxito a ellos y a los otros chicos que llegan a la selección.
¿Las ausencias en qué medida podrían pesar?
Siempre son piezas claves jugadores como Carlos Lampe, Diego Bejarano y Roberto Fernández porque tienen más de 40 partidos en la selección. Ahora no podrán conocerlo al profesor, pero se trata de gente que carga el peso de la selección y pone el pecho en cualquier momento. Espero que se recuperen y puedan estar en las eliminatorias. A los que están les digo que aprovechen las oportunidades.
¿Qué opinión tienes sobre que en Perú se habla mucho de tu presencia comandando la selección?
A mí me da mucho orgullo que hablen muy bien de mí en el exterior. Valoro mucho las cosas que he logrado individualmente, pero son también gracias a la selección. Solo y sin la gente que me ha apoyado no hubiera conseguido nada.
La selección es lo más importante, está por encima de cualquier jugador y técnico.
¿Qué desafíos te trae de regreso a la selección?
Me siento orgulloso de haber representado a Bolivia y ser goleador de las eliminatorias pasadas, le doy mucho valor a eso y el periodismo también. Estábamos cerca de ir al Mundial, no se pudo. Pero ahora tengo un nuevo reto, ser el goleador nuevamente, eso me motivará para seguir haciendo goles por la selección, quiero ilusionar a tanta gente.
¿Será el último intento por llegar al Mundial?
El último intento y lo haré de la mejor manera. El sueño de ir al Mundial está intacto, iré al Mundial como sea, como jugador, dirigente o presidente, es un sueño a cumplir.
¿Qué significa el haber cumplido 15 años en la selección?
Me ilusiona porque uno pasa por tantos momentos, son 15 años en los que he pasado por bajones, malos y buenos momentos y acá estamos, seguimos vigentes, empujando el barco y tratando de mejorar las condiciones para los chicos que vienen. Mientras esté en alto nivel voy a seguir apoyando y vistiendo esta camiseta con mucho orgullo.
¿Cómo evalúas tu primer año en Cerro Porteño?
Este año fue duro para mí por la pérdida de mi padre, emocionalmente me mató, me dejó mal e intenté hacer de todo para buscar a ese Marcelo que jugaba, que iba a la cancha y no pensaba en nada más que no sea el fútbol; pero a veces uno necesita de profesionales que te ayuden, eso hice y lo sigo haciendo.
No es fácil olvidar a alguien que te enseñó a patear la pelota y enseñó a ser todo en la vida. El tiempo es el mejor remedio.
Voy a seguir luchando por un mejor objetivo en Cerro Porteño, estoy agradecido con mis compañeros, con el DT Francisco Arce, todos me apoyaron y espero que al año podamos salir campeones.