22/12/2016 | La Razon

Bolívar tenía el título de campeón en las manos, lo acariciaba, su gente ya celebraba en las tribunas del estadio de Warnes y solo faltaba el pitazo del árbitro para concluir el partido, pero increíblemente los nervios traicionaron a los jugadores celestes en los instantes finales y lo tiraron todo por la borda.

El cotejo estaba 2 a 2. El punto le daba a la Academia su vigésima primera corona liguera después de una gran lucha en el partido, en el que dos veces se puso adelante Sport Boys con goles de Marcos Ovejero y Cristhian Coimbra, y en las dos Bolívar logró igualarle a través de Juan Miguel Callejón y Gastón Cellerino.

Pero en el último ataque del equipo de Warnes, un tiro libre originado por una innecesaria falta cometida por Cellerino provocó la mala salida del golero Diego Zamora, se sumó el desconcierto de toda la defensa académica, que tampoco atinó a rechazar la pelota, y ésta le quedó a Carlos Vargas, quien convirtió con arco a su disposición el gol que le dio la victoria al equipo de Warnes (3-2).

No fue un gol cualquiera, sino quizás el más valioso del campeonato hasta ahora, porque no solo arruinó el festejo celeste sino que revivió a The Strongest y, de paso, mandó la definición por la corona a un partido extra.

El tanto llegó en el décimo minuto de adición, en una etapa alargada por una trifulca en la que no debieron participar los jugadores de Bolívar, pero lo hicieron y luego lo pagaron caro.

Una alevosa falta contra Callejón, en el segundo minuto de los cinco de adición, encendió la chispa y luego provocó el incendio.

El árbitro José Jordán sacó la tarjeta roja directa contra el infractor Alejandro Meleán. Era lo que correspondía y sin nada que discutir. Listo, ahí pudo terminarse todo. Sin embargo, la reacción de los jugadores de Bolívar por salir en defensa de su compañero lesionado lo arruinó todo.

Después de unos minutos de manotazos y discusiones también fueron echados Juan Carlos Arce de la Academia y Jherson Córdoba, de Sport Boys. Los dos habían participado activamente en la pelea.

Cuando volvió la normalidad, Sport Boys tenía solo ocho jugadores en cancha, pues antes del lío también había visto la tarjeta roja Cristian Coimbra; en cambio, Bolívar estaba con 10.

Pero una vez reanudado el juego se produjo lo impensado: Cellerino, quien pudo ser el héroe por el gol que le estaba dando el título a Bolívar, cometió esa falta, y del tiro libre vino toda una ?hecatombe? para la Academia.

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